Amemos al prójimo con Jesús y por Jesús. Hay personas que necesitan una visita, sentirse escuchadas aunque sea poquito, puede sanarse con un fuerte abrazo o con una sonrisa. La Experiencia de los jóvenes adolescentes es algo que les marcará la vida. Experimentar, poner en marcha y realizar lo que aprenden en su formación, se vuelve un recuerdo memorable para su formación.
Los niños y adolescentes tienen una gran sed de aprendizaje y de servicio, el equipo de personal está comprometido y dedicado a lograr que todos y cada uno de los ellos desarrollen sus dones y ponerlos al servicio de los demás, ser buenos líderes del mañana.
Un taco, un bocado, un ten ten pie siempre será bien recibido por aquellos que se encuentran a la espera de que sane su ser querido, porqué todos nos olvidamos de comer, más aún cuando solo traemos lo justo para el traslado y un bocado nada más. Compartir con quién espera y tiene recursos limitados es un gusto, ayudar a que su espera sea menor y confortable es servir, es dar eso que hemos recibido, eso que hemos aprendido.
Los niños, principalmente los adolescentes entienden que la actitud de servicio es mucho más allá que solo regalar un plato de comida, es ayudar a una alma necesitada.
Pensar, sentir y amar como Cristo Jesús.
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